El pasado 29 de septiembre de 2021, dentro del Festival de Octubre Negro de Madrid, José Manuel Cruz compartió mesa de debate con Javier García-Pelayo, en representación de Serie Gong, editorial que ha publicado sus respectivos libros (su biografía, Sobre la marcha. Vol. 1, en el caso de Javier, y la novela La orilla muerte, en el caso de José Manuel).
Javier García-Pelayo y José Manuel Cruz explicaron sus obras al público asistente en la Biblioteca Pública Municipal Iván de Vargas de Madrid
Javier habló del mundo de las apuestas, de los casinos y del póker y comentó algunas de sus anécdotas como promotor musical mientras que José Manuel Cruz lo hizo de los elementos que le llevaron a escribir y que dieron forma a su novela, la historia de Toni, el «Pasmao», un pequeño traficante de drogas que se pasa el dia recorriendo la ciudad vendiendo su mercancía. José Manuel Cruz comenzó su explicación diciendo que todo acto creativo tiene que estar presidido por la intuición y que, en el caso de La orilla muerta, el primer elemento a mencionar es su creencia de que el cine ha sido más audaz que la literatura a la hora de explorar y forzar los límites del género negro. Cuando la literatura ha optado por este camino, en obras como Inherent Vice de Thomas Pynchon o El club de la lucha de Chuck Palahniuk, el cine ha acabado adaptándolas al formato película, lo cual demuestra el interés del séptimo arte por esta tendencia, de lo cual es buena muestra los nombres del director estadounidense David Lynch (con títulos como Terciopelo azul, Corazón salvaje y, sobre todo, Carretera perdida) y del español Jesús Franco. Cuando creativamente se da una vuelta de tuerca al género negro y se fuerzan sus estructuras, los relatos se acaban inscribiendo en una zona gris que añade potencial expresivo a la turbiedad en la que se mueven los personajes. En el caso de Toni, el «Pasmao», es fundamental para mostrar el conflicto y contradicciones del personaje, alguien que se dedica a algo que, en el fondo de su ser, detesta pero que le mantiene en una situación de la que no puede escapar. El hecho de tener que estar inmerso continuamente y de forma diaria en una actividad que es incapaz de aceptar es lo que le lleva a vivir en la atmósfera de irrealidad y delirio que la novela relata.
Otros dos momentos del debate literario en la Biblioteca Pública Municipal Iván de Vargas
El acto tuvo lugar en la Biblioteca Municipal de Iván de Vargas de Madrid y contó con la complicidad del público asistente y la presencia de los periodistas J. D. Álvarez (comisario del festival) y María José García como moderadores. Allí también estuvieron varios de los integrantes de la editorial, cuyo trabajo es esencial para que la obra publicada tenga repercusión entre los lectores (Montaña Vázquez, del área de medios de comunicación, y Pejo, autor de la magnífica portada de La orilla muerta) y de otros autores del sello como Emilio Porta y Luisa García-Grajalva Bernal. José Manuel Cruz tuvo el honor de escuchar cómo Emilio afirmó que La orilla muerta era una de las obras fundamentales del siglo XXI, algo que, obviamente, sobrepasa a cualquier persona pero que, al ser dicho ante numerosos testigos, tenemos que hacerlo constar.
Público asistente al debate literario celebrado dentro del Festival Octubre Negro de Madrid
A la entrada de la biblioteca, hay una escultura que se llama «El lector» y junto a ella José Manuel Cruz se hizo una foto, porque es siempre al lector, a todos los lectores, a los que el escritor se debe y a quien ha de brindar todos sus esfuerzos y sus desvelos.
ENLACE SOBRE LA ORILLA MUERTA Y SUS PUNTOS DE VENTA:
http://www.josemanuelcruz.es/la-orilla-muerta-disponible-en-formato-fisico-en-serie-gong/